Félix llegó al otro lado del océano en el momento en que florecían las grandes ciudades, tierras que en su crecimiento a veces ignoraron el valor de los primeros pobladores. En su lucha por la supervivencia trabajó en diversos oficios, codo a codo con los indios; como inmigrante vio con ojos sinceros el progreso de una nación, llegó a conocer a variopintos y célebres personajes... La reconstrucción de su vida constituye un homenaje a los antepasados a través de increíbles recuerdos, plasmados en intensas y, por momentos, tortuosas ilustraciones firmadas por un autor que posee gran versatilidad para usar diferentes técnicas y sorprender al lector, y material fotográfico que ayuda a situarse en el tiempo en el que se enmarcan las aventuras. El final esconde un colofón al estilo de los viejos westerns, donde no siempre deberían ganar los vaqueros…
Félix llegó al otro lado del océano en el momento en que florecían las grandes ciudades, tierras que en su crecimiento a veces ignoraron el valor de los primeros pobladores. En su lucha por la supervivencia trabajó en diversos oficios, codo a codo con los indios; como inmigrante vio con ojos sinceros el progreso de una nación, llegó a conocer a variopintos y célebres personajes... La reconstrucción de su vida constituye un homenaje a los antepasados a través de increíbles recuerdos, plasmados en intensas y, por... Seguir leyendo
Los hijos de Sitting Bull
En la foto, mi bisabuelo. No sé quién es esa mujer, no es la suya. Mi bisabuela murió muy joven. ¿No será mi tatarabuela?
Mi abuelo Félix nació durante el reinado de Napoleón III, en 1863.
En La Trinité-Victor, cerca de Niza.
Félix recordaba haber visto como trasladaban a prisioneros de guerra alemanes. La guerra de 1870. Murió a los 95 años, yo tenía 16.