Lucio es un niño como cualquier otro, con las inquietudes, temores y deseos propios de su edad. Su madre, es una madre como cualquier otra con las inquietudes, temores y deseos propios de su edad. Cada uno cumple su rol a la perfección. El problema comienza cuando Lucio quiere ir al kiosco solo, porque considera que ya es grande, pero claro para su madre aún es chiquito. En el medio aparece un camión, un tren, un avión y una madre y un hijo que se dan cuenta de que el tamaño es una cuestión de perspectivas.Las ilustraciones son de tamaño significativo, sustentan y complementan el texto como así también la grafía utilizada y el lenguaje coloquial.
Lucio es un niño como cualquier otro, con las inquietudes, temores y deseos propios de su edad. Su madre, es una madre como cualquier otra con las inquietudes, temores y deseos propios de su edad. Cada uno cumple su rol a la perfección. El problema comienza cuando Lucio quiere ir al kiosco solo, porque considera que ya es grande, pero claro para su madre aún es chiquito. En el medio aparece un camión, un tren, un avión y una madre y un hijo que se dan cuenta de que el tamaño es una cuestión de perspectivas.Las ilustraciones son de... Seguir leyendo
Un Lucio como Lucio
Lucio y su madre iban a la verdulería. Cuando pasaron por la veterinaria, Lucio se paró a mirar los hamsters. Pero la madre lo apuraba.
Cuando pasaron por la zapatillería, la madre se paró a mirar ojotas. Pero Lucio la apuraba.
Para cruzar la calle, la madre lo tomó de la mano y no lo soltó porque Lucio era chico.
Pero Lucio quería ir suelto porque era grande.