Con claras reminiscencias al estilo de los dibujantes que popularizaron la línea clara en el cómic, Max es fiel a su inconfundible sello moldeando un relato lleno de simbología y emociones sobre el retorno de un ser errante a una ciudad, en la que con dificultades reconoce el espacio que un día abandonó. Manguel traza un símil con el canto homérico e introduce al lector en su atmósfera, consiguiendo transmitir la desazón del anciano trotamundos que cree identificar en una mirada el recuerdo de un pasado feliz.
Con claras reminiscencias al estilo de los dibujantes que popularizaron la línea clara en el cómic, Max es fiel a su inconfundible sello moldeando un relato lleno de simbología y emociones sobre el retorno de un ser errante a una ciudad, en la que con dificultades reconoce el espacio que un día abandonó. Manguel traza un símil con el canto homérico e introduce al lector en su atmósfera, consiguiendo transmitir la desazón del anciano trotamundos que cree identificar en una mirada el... Seguir leyendo
El regreso de Ulises
Ulises volvió su espalda al puerto y siguió el pedregoso sendero que conducía a través del bosque en lo alto del monte hacia el lugar que Atena le había indicado. Un grupo de hombres se había reunido ociosamente en torno a un barril de petróleo dentro del cual ardía una fogata. Masculló un saludo y se detuvo unos instantes junto a ellos, tratando de calentarse las manos. Después entró en la ciudad por un portal de piedra en parte desmoronado.