El acceso a la poesía de Antonio Machado es uno de los ritos literarios de adolescencia que reserva a sus alumnos nuestro sistema educativo. No es extraño, por cuanto la poética machadiana combina, en composiciones de gran belleza, la tradición métrica castellana (octosílabo) y la línea predominante a partir de la Modernidad temprana (endecasílabo italianizante), aunando así las dos tendencias más importantes de la poesía en lengua española. Sin embargo, es el proceso de depuración lingüística, alejándose del vicio de lo que él denomina "preciosismo literario", lo que convierte al poeta en nuestro contemporáneo: la claridad expositiva, el empleo de un lenguaje (falsamente) sencillo y la elección de asuntos en los que resulta fácil reconocerse y que, en puridad, vienen a resumirse en uno solo: el rastro de melancolía que dibuja el paso del tiempo. Ironías del destino, este catálogo de pequeñas tristezas, recuerdos de infancia, amores lejanos e invocaciones panteístas vio la luz en 1907, el año en que Machado, tras conocer a Leonor Izquierdo, comenzaría el mejor -aunque breve- periodo de su vida. Poesía de altura para lectores sensibles.
El acceso a la poesía de Antonio Machado es uno de los ritos literarios de adolescencia que reserva a sus alumnos nuestro sistema educativo. No es extraño, por cuanto la poética machadiana combina, en composiciones de gran belleza, la tradición métrica castellana (octosílabo) y la línea predominante a partir de la Modernidad temprana (endecasílabo italianizante), aunando así las dos tendencias más importantes de la poesía en lengua española. Sin embargo, es el proceso de depuración... Seguir leyendo
Soledades. Galerías. Otros poemas
I (El viajero)
"Está en la sala familiar, sombría,
y entre nosotros, el querido hermano
que en el sueño infantil de un claro día
vimos partir hacia un país lejano.
Hoy tiene ya las sienes plateadas,
un gris mechón sobre la angosta frente;
y la fría inquietud de sus miradas
revela un alma casi toda ausente [...]"