Nos alejamos hasta el extrarradio de la gran ciudad, en este caso Barcelona, para conocer a una pandilla de amigos formada por Chusmari, Pista, Peludo y Roger, al que todo el mundo llama Retaco, y que ejerce como narrador de la historia. Su visión es el fiel reflejo de la realidad cotidiana en la que han crecido muchos adolescentes. A través de su mirada cruda conocemos el universo desesperanzador de la barriada, aunque siempre hay un lugar para la sonrisa. Familias desestructuradas, problemas para llegar a fin de mes, escasa visión de futuro, el fútbol como vehículo de “redención”…En las vivencias de los protagonistas los jóvenes de hoy pueden encontrar la verdad en la que viven una buena parte de las nuevas generaciones de españoles. Una novela descarnada, seleccionada por varias publicaciones como una de las mejores de 2014, para los lectores que rondan la mayoría de edad.
Nos alejamos hasta el extrarradio de la gran ciudad, en este caso Barcelona, para conocer a una pandilla de amigos formada por Chusmari, Pista, Peludo y Roger, al que todo el mundo llama Retaco, y que ejerce como narrador de la historia. Su visión es el fiel reflejo de la realidad cotidiana en la que han crecido muchos adolescentes. A través de su mirada cruda conocemos el universo desesperanzador de la barriada, aunque siempre hay un lugar para la sonrisa. Familias desestructuradas, problemas para llegar a fin de mes, escasa... Seguir leyendo
La inmensa minoria
El bloque de pisos donde vivimos era como una colmena de hormigón. Un panal de ladrillos rojos y cemento donde se apelotonaban las abejas trabajadoras del reino. Yo vivía en el portal ciento doce y el Pista en el ciento catorce. Las ventanas de la fachada eran afiladas y estrechas, todas iguales. La de mi habitación daba a la carretera que salía del barrio, rodeaba el cementerio de Montjuich, se retorcía hasta el puerto y se alejaba de la ciudad en dirección a Tarragona.