La historia en pro de la consecución del derecho al voto de las mujeres es uno más de los episodios que jalonan la larga y cruenta lucha por la extensión de los derechos civiles para todos los individuos. El sufragio universal sería finalmente recogido en todas las constituciones democráticas a lo largo del siglo XX, pero los autores de esta novela gráfica se retrotraen a uno de los momentos álgidos de la lucha sufragista, cuando en la Inglaterra eduardiana la activista Emmeline Pankhurst, tras ver frustrada su moderada estrategia vindicativa inicial, funda la Unión Política y Social de las Mujeres (1903), con la esperanza de que la fuerza del colectivo diera un impulso definitivo al movimiento sufragista, como de hecho ocurriría. Para ello fue necesario que mujeres de toda condición arriesgaran su reputación e integridad física en actividades subversivas, provocando un estallido social que obligó a los políticos del momento a escucharlas y reconocer su derecho al voto. Esta es la historia de una de ellas, Sally Heathcote, personaje ficticio que bien podría representarlas a todas. Interesante y necesaria propuesta.
La historia en pro de la consecución del derecho al voto de las mujeres es uno más de los episodios que jalonan la larga y cruenta lucha por la extensión de los derechos civiles para todos los individuos. El sufragio universal sería finalmente recogido en todas las constituciones democráticas a lo largo del siglo XX, pero los autores de esta novela gráfica se retrotraen a uno de los momentos álgidos de la lucha sufragista, cuando en la Inglaterra eduardiana la activista Emmeline Pankhurst, tras ver frustrada su moderada estrategia... Seguir leyendo
Sally Heathcote: Sufragista
15 de julio de 1912, tribunal de Oxford Crown
-Su Señoría, cuando la acusada, la srta. Helen Millar Craggs, de Hampstead, fue arrestada, se encontraron en su poder los siguientes objetos: una botella y dos latas de aceite inflamable, dos cajas de cerillas, cuatro velas, nueve ganzúas, doce encendedores envueltos en lino, un martillo con la cabeza metida en un guante de niño, una linterna eléctrica, un cortacristales, trece llaves, una nota escrita a mano...
"Señor, he participado de todos los métodos pacíficos de propaganda y demanda, pero he terminado por creer que ha sido en vano. Las mujeres ven a su alrededor las maldades más espantosas en la sociedad; ven niños nacidos en condiciones que los mutilan, física y mentalmente, de por vida; ven a compañeras trabajando en talleres en condiciones miserables por un sueldo que convierte su vida en un infierno..."