La cabina mágica
La moderna pedagogía entiende el aprendizaje infantil como un proceso que, además de la adquisición de destrezas y conocimientos sobre cuya utilidad existe cierto consenso, posibilite el desarrollo intelectual (esa amalgama de razonamiento, imaginación y ética) mediante el empleo de una muy eficaz herramienta que los pequeños traen de serie: su curiosidad. A comienzos de los sesenta, cuando Juster escribe La cabina mágica, aún faltaba algo de tiempo para que esta concepción educativa -nada novedosa, en realidad, pues hunde sus raíces en la Antigüedad clásica- se extendiera, por eso no es difícil suponer la recepción que tuvo un texto muy ameno, imaginativo, rebosante del delicioso aliento de la tradición del nonsense literario y definitivamente entregado a una pulsión vitalista que, espoleando la curiosidad, conseguía trocar la gravedad de una alegoría del conocimiento humano en una aventura de asombro, diversión y crecimiento personal, transformando así la indolencia de Milo, su pequeño protagonista, en una curiosidad anhelante: "había voces que oír, asombrosas conversaciones que escuchar, y el olor especial de cada día". La verdadera aventura siempre había estado junto a él, a su alcance.
La moderna pedagogía entiende el aprendizaje infantil como un proceso que, además de la adquisición de destrezas y conocimientos sobre cuya utilidad existe cierto consenso, posibilite el desarrollo intelectual (esa amalgama de razonamiento, imaginación y ética) mediante el empleo de una muy eficaz herramienta que los pequeños traen de serie: su curiosidad. A comienzos de los sesenta, cuando Juster escribe La cabina mágica, aún faltaba algo de tiempo para que esta concepción educativa -nada novedosa, en realidad,... Seguir leyendo
La cabina mágica
1. Milo
Érase una vez un muchacho llamado Milo que no sabía qué hacer consigo mismo: no solo a veces, sino siempre.
Cuando estaba en la escuela anhelaba salir, y cuando estaba fuera quería estar dentro. En el camino de regreso a casa deseaba volver a la escuela, y al volver a la escuela solo pensaba en regresar a casa. Dondequiera que fuera quería estar en otra parte, y cuando llegaba allí se preguntaba por qué se había molestado. En realidad, nada le interesaba, y lo que menos las cosas que debieran haberle interesado.
"Me parece que casi todo es una pérdida de tiempo -se dijo un día, abatido, volviendo del colegio a su casa-. No veo la utilidad de aprender a resolver problemas inútiles, de restar nabos de nabos, de saber dónde está Etiopía o de escribir febrero".
Y, como nadie le había explicado lo contrario, pensaba que el proceso de adquisición de conocimientos era el mayor derroche de tiempo de todos.
Título: |
La cabina mágica |
Autor: |
Norton Juster |
Ilustrador: |
Jules Feiffer |
Traducción: |
Alberto Jiménez Rioja |
Editorial: |
Anaya |
|
Madrid, 2015 España |
Págs: |
272 |
Soporte: |
Papel |
ISBN: |
978-84-678-7353-5 |
Seleccionado por: |
Fundación Germán Sánchez Ruipérez |
Edad recomendada:
De 12 a 14 años |
Este libro trata de:
Aprendizaje, Viajes iniciáticos, Viajes fantásticos, Imaginación, Lógica, Conocimiento del entorno, Aburrimiento, Crecimiento personal, Sentimientos, Metáforas, Búsqueda de la propia identidad, Nonsense, Curiosidad, Personalidad, Humor, Mundos fantásticos |
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