Con expresión cálida, muy emotiva, el adolescente Mitu comienza por relatar la fatalidad que condujo a su madre y a él a un incierto destino en la gran ciudad. Después de los primeros momentos de desolación, pasados los años más duros, relata cómo la madre logró un buen trabajo en la casa del señor Gangoso. A partir de entonces, ambos tienen vivencias cada vez mejores, y su historia familiar se encarrila tan bien que estas memorias dejan con ganas de saber más de su existencia como joven en ciernes. Con expresión cálida, muy emotiva, el adolescente Mitu comienza por relatar la fatalidad que condujo a su madre y a él a un incierto destino en la gran ciudad. Después de los primeros momentos de desolación, pasados los años más duros, relata cómo la madre logró un buen trabajo en la casa del señor Gangoso. A partir de entonces, ambos tienen vivencias cada vez mejores, y su historia familiar se encarrila tan bien que estas memorias dejan con ganas de saber más de su existencia como joven en ciernes.
Palabras menores
Ahora tengo doce años, pero cuando comenzó esta historia iba a cumplir los cinco. Me llamo Mitu. Bueno, mi nombre de verdad es Emérito, aunque jamás me han llamado así, sino Méritu, Meru, Miritu, hasta quedar para siempre Mitu.