Una fértil imaginación, una forma de narrar que encanta al oído y una pizca de humor agridulce son los atractivos de estos cuentos que con un ritmo musical narran sorprendentes peripecias: la guerra desatada por culpa de un himno plagiado; el mítico origen de Andorra; la búsqueda de una música que solo se halla en el interior del músico; el aprendizaje de brujo por correspondencia; la necesidad de combustible del mundo de la imaginación; la torpeza de un hada novata y voluntariosa, y el drama de las hadas en extinción.Una fértil imaginación, una forma de narrar que encanta al oído y una pizca de humor agridulce son los atractivos de estos cuentos que con un ritmo musical narran sorprendentes peripecias: la guerra desatada por culpa de un himno plagiado; el mítico origen de Andorra; la búsqueda de una música que solo se halla en el interior del músico; el aprendizaje de brujo por correspondencia; la necesidad de combustible del mundo de la imaginación; la torpeza de un hada novata y voluntariosa, y el drama de las hadas en extinción.
Un brujo de segunda
Resulta que bastante lejos de aquí, hace muchos, muchos años, había un país que a pesar de ser pequeño tenía casi de todo: una gran ciudad, cuatro ciudades pequeñas, doce villas, veintidós pueblos y un sinnúmero de aldeas y caseríos. Tenía dos sierras, un río caudaloso, seis arroyos y dos docenas largas de acequias y torrenteras.