David de apellido impronunciable nos narra su biografía. Nos cuenta que escribe porque su padre le vio aburrido y le sugirió la idea. Nos presentará a lo largo del libro a su familia, a sus mejores amigos, como Roberto que apenas habla y que tiene un loro que más de un susto les ha dado; Bernardo, un enamorado de los trenes; Jenaro y su visión tan particular de las cosas o Chandani, la niña nepalí que le dio un beso en las mejillas... Descripciones de niños y sucesos o aventuras que va recordando el protagonista nos harán reír en más de una ocasión. Curioso el título del libro y sabremos de él al final.
David de apellido impronunciable nos narra su biografía. Nos cuenta que escribe porque su padre le vio aburrido y le sugirió la idea. Nos presentará a lo largo del libro a su familia, a sus mejores amigos, como Roberto que apenas habla y que tiene un loro que más de un susto les ha dado; Bernardo, un enamorado de los trenes; Jenaro y su visión tan particular de las cosas o Chandani, la niña nepalí que le dio un beso en las mejillas... Descripciones de niños y sucesos o aventuras que va recordando el protagonista nos harán... Seguir leyendo
Los loros no saben nadar
Me llamo David. Soy hijo unico. Tengo un apellido impronunciable y una mascota de sangre caliente: un hámster sirio o dorado, que viene a ser lo mismo. El apellido <> me lo dio papá; el hámster, mi tío Alberto, con una jaula que tiene de todo, incluso una rueda metálica que gira y gira.
Aunque parezca mentira, no pretendo escribir mis memorias. Todavía no he cumplido los once años. Así que poco puedo contar.