Dos hermanos viven bajo la custodia de su abuela que pone a la niña a lavar y planchar la ropa que le encargan los vecinos para ganarse el sustento. Su hermano, más pequeño, a veces la acompaña a entregar la ropa limpia. Dentro de la rutina de carencia de los hermanos, sin amor y cuidado familiar, en medio de la pobreza y el hambre, se encuentran una gallina muda en un carro abandonado y se dedican a alimentarla con la esperanza de obtener de ella, al menos un huevo diario que repartirse para comer. Esta novela muestra una situación dolorosa de violencia intrafamiliar y desprotección, de hermandad y fantasía, dando luz sobre la dura realidad de una porción significativa de la población
Dos hermanos viven bajo la custodia de su abuela que pone a la niña a lavar y planchar la ropa que le encargan los vecinos para ganarse el sustento. Su hermano, más pequeño, a veces la acompaña a entregar la ropa limpia. Dentro de la rutina de carencia de los hermanos, sin amor y cuidado familiar, en medio de la pobreza y el hambre, se encuentran una gallina muda en un carro abandonado y se dedican a alimentarla con la esperanza de obtener de ella, al menos un huevo diario que repartirse para comer. Esta novela muestra una situación dolorosa de... Seguir leyendo
La muda
Parecía un punto oscuro en medio de la verdura que rodeaba el lavadero. Sus movimientos agitados eran tragados por la distancia y se convertían apenas en pequeñas sacudidas, acompañadas del golpe de mil barrigas aplastadas contra la piedra de lavar.
Envuelta en el olor rancio del jabón de tierra, se quitó con el antebrazo el mechón que le caía sobre los ojos; como tenía espuma de jabón en el brazo, se le irritaron los ojos. Se sopló el pelo y trató de eliminar el escozor con sus hombros. No lo logró: el hombro está muy lejos del ojo. Para aliviarse se quedó un buen rato parpadeando, mientras descubría una forma curiosa que se desdibujaba a causa del ardor y la distancia.