La ciudad de la joya vigila con celo a los niños. Refuerza el vínculo con sus padres de forma obligada y elimina los peligros potenciales que cualquier joven puede sufrir hasta los dieciséis años. Pero las cadenas que les unen a sus progenitores pueden romperse. Solos y poco acostumbrados a la autogestión es cuando deben enfrentarse a la aventura real de estar vivos. Goldie ha conseguido la libertad pero no la seguridad y por ello debe esconderse de sus perseguidores. Un museo es el escenario en el que, gracias a la interacción con otros jóvenes forajidos y con los centinelas, transcurre la aventura iniciática de la niña, original y llena de descubrimientos insospechados. El epílogo incluye unas prácticas lecciones ilustradas de camuflaje y lenguaje dactilar a cargo de los protagonistas.
La ciudad de la joya vigila con celo a los niños. Refuerza el vínculo con sus padres de forma obligada y elimina los peligros potenciales que cualquier joven puede sufrir hasta los dieciséis años. Pero las cadenas que les unen a sus progenitores pueden romperse. Solos y poco acostumbrados a la autogestión es cuando deben enfrentarse a la aventura real de estar vivos. Goldie ha conseguido la libertad pero no la seguridad y por ello debe esconderse de sus perseguidores. Un museo es el escenario en el que, gracias a la interacción con otros... Seguir leyendo
Los Guardianes en el Museo de los Ladrones
En aquellos tiempos, el museo tenía cuatro guardianes: Herro Dan, Olga Ciavolga, Sinew y el joven Flemo. En circunstancias normales, se habrían bastado para mantener a salvo el museo y sus secretos.
Pero aquellas no eran unas circunstancias normales. Se avecinaba un conflicto. Las señales eran inconfundibles. Los guardianes no sabían de dónde procedía, ni cuándo dejaría caer su golpe. Pero era evidente que no sería fácil detenerlo.