La editorial Nórdica hace su incursión en la literatura infantil y juvenil con un libro que no dejará a nadie indiferente. Se nota que ha sido editado con mucho mimo y cuidado, con muchos detalles que logran que hagamos una lectura muy placentera como, por ejemplo, dibujar el valle, las casas y sus lugares más significativos en las guardas del libro. Una historia ágil y muy bien contada con personajes conmovedores. La protagonista es una niña de 9 años, Tania, que vive en una granja con su padre, en el valle de Val de Lumbre. Su madre es científica y se pasa gran parte del año en Groenlandia investigando el deshielo de los polos. Es la única niña de todo el valle y es un terremoto. Es jovial, dicharachera, amante de la naturaleza y muy sociable. Su mejor amigo es su padrino, Gunnvald, que toca el violín y tiene 74 años. La llegada de una carta será el comienzo de varios cambios en su vida. Tania comprobará que el mundo de los adultos es más complicado de lo que ella pensaba. En definitiva, un libro redondo que nos dará pena que se acabe.
La editorial Nórdica hace su incursión en la literatura infantil y juvenil con un libro que no dejará a nadie indiferente. Se nota que ha sido editado con mucho mimo y cuidado, con muchos detalles que logran que hagamos una lectura muy placentera como, por ejemplo, dibujar el valle, las casas y sus lugares más significativos en las guardas del libro. Una historia ágil y muy bien contada con personajes conmovedores. La protagonista es una niña de 9 años, Tania, que vive en una granja con su padre, en el valle de Val de Lumbre. Su madre es... Seguir leyendo
Tania Val de Lumbre
Cuando te bajas del barco en el muelle, notas enseguida la brisa del valle. Se nota incluso ahora que es invierno. Basta con cerrar los ojos y ya estás oliendo los pinos. Y los abetos. Solo hay que echar a andar.
Tienes que tomar el camino que va de frente, el que pasa por delante del kiosco cerrado, la tienda y la peluquería de Theo, y luego sigue paralelo al río.
Al principio el terreno es bastante llano y ves algunas casas. Una de las últimas tiene una excavaodra aparacda delante. Ahí viven Peter y su madre.
Luego empieza a haber más nieve y más bosque, y cada vez hay menos casas. El camino se hace la mitad de ancho y el doble de empinado. Y a esas alturas, si es la primera vez que vienes, puede que te entren las dudas y te preguntes si te has perdido.