No poder escuchar las palabras no significa no sentir cada momento. Tres lenguajes se funden para expresar simultáneamente las emociones de una persona sorda, poéticas reflexiones que se transforman en imágenes sugerentes y cautivadoras en dos formatos y una impecable combinación de dibujos y sencillos colores. Una bella historia distinguida con una Mención Especial en la prestigiosa Feria de Bolonia y seleccionada por la organización IBBY como uno de los mejores libros para niños y jóvenes con discapacidad. Incluye un pequeño alfabeto manual para facilitar su acceso a todos los lectores.
No poder escuchar las palabras no significa no sentir cada momento. Tres lenguajes se funden para expresar simultáneamente las emociones de una persona sorda, poéticas reflexiones que se transforman en imágenes sugerentes y cautivadoras en dos formatos y una impecable combinación de dibujos y sencillos colores. Una bella historia distinguida con una Mención Especial en la prestigiosa Feria de Bolonia y seleccionada por la organización IBBY como uno de los mejores libros para niños y jóvenes con discapacidad. Incluye un... Seguir leyendo
Mil orejas
Perdí el oído a los siete años
pero no soy sorda.
He querido explicar que
tengo mil orejas diminutas regadas por todo el cuerpo,
que oigo más de lo que imaginan,
que un olor fresco en el aire
me susurra que va a llover.