Takumi observa el mar junto a su madre Okino. El niño está nervioso porque es la primera vez que va con ella a recibir a las ballenas. Es un espectáculo para contemplar y estar en silencio. Mientras observan Okino recuerda la leyenda de una niña que estuvo en el Palacio Real de las Ballenas, en el fondo del mar, hasta que su madre fue a rescatarla. La autora ha creado un relato sobre las ballenas y su mundo con gran delicadeza y donde se manifiesta su amor por los animales. Una historia para compartir.
Takumi observa el mar junto a su madre Okino. El niño está nervioso porque es la primera vez que va con ella a recibir a las ballenas. Es un espectáculo para contemplar y estar en silencio. Mientras observan Okino recuerda la leyenda de una niña que estuvo en el Palacio Real de las Ballenas, en el fondo del mar, hasta que su madre fue a rescatarla. La autora ha creado un relato sobre las ballenas y su mundo con gran delicadeza y donde se manifiesta su amor por los animales. Una historia para compartir.
Okino y las ballenas
-¡Ya llegan las ballenas! ¡Ya llegan las ballenas!
¡Por ahí resoooplan!
¿Las ves? Allí, a lo lejos, en el horizonte...
¡Ya están aquí otra vez! ¡Qué alegría!
Okino está sentada sobre una gran roca y contempla el azul del mar. Día trás día viene a este lugar para otear el horizonte en busca de sus enormes amigas. Cada invierno las familias de ballenas acuden desde las aguas heladas del Océano Ártico, en grandes manadas, para regresar juntas hacia el sur bordeando las costas.