Vicente Friman no entendía nada. Un nuevo cambio de casa no era lo mejor y encima tanto el nuevo colegio como el barrio parecían peligrosos. No era una opinión gratuita, sabía de que hablaba después de todo lo que había vivido en pocos días. Roberto Santiago, con un lenguaje muy fluido y aliñado con dosis de suspense, introduce al lector en la trama paulatinamente. Invita a descubrir quiénes son los Apaches, la pandilla que se dedica a sembrar el terror en el barrio; las personas interesadas por la venta del colegio al que va el protagonista; o la policía infantil secreta, un enigmático cuerpo autodenominado como Los Protectores que se rige por una serie de normas muy curiosas. La obra, galardonada con el Premio Barco de Vapor 2016, logra transmitir el carisma de Vicente, un personaje que no se piensa las cosas dos veces, valiente ante las situaciones peligrosas y, sobre todo, honesto y defensor de sus amigos.
Vicente Friman no entendía nada. Un nuevo cambio de casa no era lo mejor y encima tanto el nuevo colegio como el barrio parecían peligrosos. No era una opinión gratuita, sabía de que hablaba después de todo lo que había vivido en pocos días. Roberto Santiago, con un lenguaje muy fluido y aliñado con dosis de suspense, introduce al lector en la trama paulatinamente. Invita a descubrir quiénes son los Apaches, la pandilla que se dedica a sembrar el terror en el barrio; las personas interesadas por... Seguir leyendo
Los Protectores
Todo empezó un domingo de invierno.
Eran las once y once minutos de la mañana.
Recuerdo perfectamente la hora porque mi madre levantó la voz y dijo:
-¡Las once y once minutos!
Por si alguien no lo había oído bien, lo repitió gritndo aún más:
-¡Las once y once minutos!
El conductor bajó del camión de la mudanza y dijo:
-Lo siento mucho, señora. Había atasco.