Para determinados sectores de la sociedad a veces parece difícil desarrollar la empatía y sensibilidad necesarias para ponerse en el lugar de las personas que sufren y se ven obligadas a huir de un país castigado por la guerra. La autora parte de una anécdota real, una conversación, para dar voz a un niño que vive estas terribles circunstancias. Aunque su familia tiene recursos, la convivencia es triste y dolorosa tras la muerte del padre y el estallido de un conflicto bélico que no tiene visos de finalizar. La esperanza reside en el exterior. Y esa ilusión les anima a iniciar un viaje lleno de incertidumbre y penalidades. Sanna ha sabido plasmar en imágenes angulosas y sencillas, aunque rebosantes de infinita ternura, la angustia y la tristeza (representadas en tonos negros); pero también la esperanza, con tonos más alegres, verdes y azules. El final, metafórico, representa el viaje de las aves al inicio de sus migraciones, eso sí, sin fronteras. Un sendero al que se suma la familia protagonista.
Para determinados sectores de la sociedad a veces parece difícil desarrollar la empatía y sensibilidad necesarias para ponerse en el lugar de las personas que sufren y se ven obligadas a huir de un país castigado por la guerra. La autora parte de una anécdota real, una conversación, para dar voz a un niño que vive estas terribles circunstancias. Aunque su familia tiene recursos, la convivencia es triste y dolorosa tras la muerte del padre y el estallido de un conflicto bélico que no tiene visos de finalizar. La esperanza reside en el... Seguir leyendo
El viaje
La ciudad en la que mi familia y yo vivíamos no estsba muy lejos del mar.
Así que muchos fines de semana de verano nos escapábamos a la playa.
Sin embargo, el año pasado nuestra vida cambió de repente.