Premiado en 2001 en Estados Unidos, este libro habla sobre la importancia de conocer las circunstancias del otro, de la necesidad del afecto para poder vivir, de cómo hay que ir más allá del cliché o la primera impresión que nos producen los demás. Todo ello está contado a través de la historia de una niña de diez años que, abandonada por su madre, tiene que aprender a vivir y a relacionarse en una nueva ciudad. Y lo consigue, paradójicamente, gracias a la mediación de un perro abandonado y maloliente. Premiado en 2001 en Estados Unidos, este libro habla sobre la importancia de conocer las circunstancias del otro, de la necesidad del afecto para poder vivir, de cómo hay que ir más allá del cliché o la primera impresión que nos producen los demás. Todo ello está contado a través de la historia de una niña de diez años que, abandonada por su madre, tiene que aprender a vivir y a relacionarse en una nueva ciudad. Y lo consigue, paradójicamente, gracias a la mediación de un perro abandonado y maloliente.

Gracias a Winn-Dixie

Me llamo India Opal Buloni, y el verano pasado, mi papá, el pastor de la iglesia, me envió una mañana al supermercado a por una caja de macarrones con queso, un poco de arroz y dos tomates y volví con un perro. Esto es lo que sucedió. Me metí en la sección de frutas y verduras del supermercado Winn-Dixie para elegir dos tomates y me tropecé con el encargado.