Mei aprieta su puño y agarra bien fuerte a su Dragón azul, es su forma de expresar el miedo. El animal fue el regalo que le hicieron sus padres cuando llegó. A pesar de todo, desconfía de ellos, e incluso ve al papá como un temible gigante. Los miembros de la familia se esfuerzan por lograr que la niña se encuentre a gusto y encuentre su lugar. Poco a poco, gracias al cariño, Mei siente que son realmente sus progenitores. Una historia sobre adopción donde se manifiestan los temores de los niños cuando llegan a un nuevo hogar y los sentimientos contradictorios que viven hasta aceptar a la que será su familia. Emilio Urberuaga logra con sus ilustraciones enfatizar los sentimientos de la niña.
Mei aprieta su puño y agarra bien fuerte a su Dragón azul, es su forma de expresar el miedo. El animal fue el regalo que le hicieron sus padres cuando llegó. A pesar de todo, desconfía de ellos, e incluso ve al papá como un temible gigante. Los miembros de la familia se esfuerzan por lograr que la niña se encuentre a gusto y encuentre su lugar. Poco a poco, gracias al cariño, Mei siente que son realmente sus progenitores. Una historia sobre adopción donde se manifiestan los temores de los niños... Seguir leyendo
El gigante
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Cuando Mei conoció al gigante su pequeño cuerpo se estremeció, aunque este puso al instante en sus manos a Dragón Azul.
Qué gigantesco gigante, ¿se la comería a ella primero o de preferencia se zamparía a Dragón azul?
Ay, que susto.
Claroq ue Mei no se fía ni se deja engañar así como así.