El lobito está hambriento pero sabe que tras capturar a sus víctimas hay una ley no escrita que le obliga a cumplir fielmente el protocolo: debe conceder una última voluntad. Lo que desconoce es que, en estos tiempos convulsos, sus presas son mucho más ingeniosas, pícaras y menos respetuosas con las normas de convivencia que el pequeño protagonista. Sin embargo, a veces, la casualidad se encarga de hacer “justicia”. Divertido relato, ilustrado con mucho humor, que alterna el formato álbum con el lenguaje del cómic, ideal para leer en compañía.
El lobito está hambriento pero sabe que tras capturar a sus víctimas hay una ley no escrita que le obliga a cumplir fielmente el protocolo: debe conceder una última voluntad. Lo que desconoce es que, en estos tiempos convulsos, sus presas son mucho más ingeniosas, pícaras y menos respetuosas con las normas de convivencia que el pequeño protagonista. Sin embargo, a veces, la casualidad se encarga de hacer “justicia”. Divertido relato, ilustrado con mucho humor, que alterna el formato álbum con el lenguaje del cómic,... Seguir leyendo
Un lobito muy educado
Un día, un lobito que tenía muy buenos modales
fue a cazar al bosque por primera vez
Muy pronto logró atrapar...
¡a un conejo!
- ¡Buenos días! ¿Puedo hacer algo por ti antes de comerte?
- Supongo que no puedo pedir que me liberes.
- Obvio que no.
- Entonces quisiera que me leyeras un cuento.