Si desde pequeño sientes un cosquilleo en el estómago cuando se apagan las luces de la sala, si un día coleccionaste cintas de vhs o deuvedés, si estás abrumado por la cantidad de títulos, actores, actrices, directores y guionistas que te fascinaron y que ya no caben en tu cabeza, si crees que el cine es, en realidad, mucho más que un arte, Filmish te ofrece doscientas páginas para saborear sin prisas. El autor ha sintetizado sus vivencias y aprendizajes cinéfilos desde la primera infancia en un cómic que aborda tanto la historia como una gran variedad de explicaciones técnicas en torno al lenguaje del Séptimo Arte. Las viñetas, estructuradas de forma clásica, están repletas de guiños y homenajes, un atractivo más para el lector que puede jugar a identificar películas y personajes entre los caracteres, todos ellos concebidos en blanco y negro. La presencia del narrador, a pesar de la densidad de los textos, no incomoda en ningún pasaje pues las explicaciones son accesibles y sintéticas. Se trata de un original ensayo, alabado por un numeroso grupo de medios especializados, con el que los aficionados podemos ampliar conocimientos sobre una amplia variedad de conceptos (el poder, la ideología, la tecnología y la tecnofobia, la voz y el lenguaje, el tiempo, los decorados y la arquitectura o la visión que se da del cuerpo), en relación con esa fábrica de sueños que sigue (y seguirá) siendo el cine. Como complemento incluye un listado de más de trescientas treinta películas referenciadas a lo largo de la obra.
Si desde pequeño sientes un cosquilleo en el estómago cuando se apagan las luces de la sala, si un día coleccionaste cintas de vhs o deuvedés, si estás abrumado por la cantidad de títulos, actores, actrices, directores y guionistas que te fascinaron y que ya no caben en tu cabeza, si crees que el cine es, en realidad, mucho más que un arte, Filmish te ofrece doscientas páginas para saborear sin prisas. El autor ha sintetizado sus vivencias y aprendizajes cinéfilos desde la primera infancia en un cómic que... Seguir leyendo
Filmish
Si alguien viera mi vida en un flashback, comprobaría que siempre he sentido pasión por el cine. De niño, cogía la bicicleta con mis amigos todos los viernes al salir del colegio y nos ibamos a ver la película que hubiera en cartel. A los siete años, ver Parque Jurásico por primera vez me dejó alucinado. Con los zapatos pegados al suelo de la sala, cubierto de palomitas, fue una delicia para la vista del primer momento al último. No me cabía duda de que quería más.