Secuenciada en viñetas, pero con formato más cercano al álbum ilustrado, la trama nos sitúa en la prehistoria para descubrir el fuego junto a los primeros pobladores. El poder catalizador de la llama deja absorta a la horda y, especialmente, a un niño que observa en silencio los efectos devastadores de la misma a la vez que descubre sus posibilidades lúdicas. Así, el pequeño inicia -sin saberlo- su camino como artista a través de los tiempos. Muchos años después, un joven explorador encuentra sinergias indescriptibles a partir de los vestigios de aquella hoguera y los experimentos del niño. Un juego de luces y sombras concebido en tonos negros y grises hasta la explosión del color que simboliza la fogata y que evoca historias cinematográficas inolvidables como La Guerre du feu, de Jean-Jacques Annaud.
Secuenciada en viñetas, pero con formato más cercano al álbum ilustrado, la trama nos sitúa en la prehistoria para descubrir el fuego junto a los primeros pobladores. El poder catalizador de la llama deja absorta a la horda y, especialmente, a un niño que observa en silencio los efectos devastadores de la misma a la vez que descubre sus posibilidades lúdicas. Así, el pequeño inicia -sin saberlo- su camino como artista a través de los tiempos. Muchos años después, un joven explorador... Seguir leyendo