Si observamos el nido de un pájaro con ojos de niño podemos ver reflejado en él el paso de cada estación. No en todas las partes de la Tierra es igual, ya que todo depende de los rayos del sol y del modo en que calienten nuestro planeta. Por hábito, tenemos asignadas a cada estación las cosas que podemos hacer, distinta ropa que ponernos, etc. El texto es claro y con letra de caligrafía para que los niños pueden leerlo bien. Se incluyen actividades de comprensión lectora y otras que amplían la información del libro. Si observamos el nido de un pájaro con ojos de niño podemos ver reflejado en él el paso de cada estación. No en todas las partes de la Tierra es igual, ya que todo depende de los rayos del sol y del modo en que calienten nuestro planeta. Por hábito, tenemos asignadas a cada estación las cosas que podemos hacer, distinta ropa que ponernos, etc. El texto es claro y con letra de caligrafía para que los niños pueden leerlo bien. Se incluyen actividades de comprensión lectora y otras que amplían la información del libro.
El nido
Estamos jugando en la plaza. Tiro la pelota muy alto. -¡Cuidado, Mila, el nido!- me dice Paula. La pelota roza el nido de las golondrinas. ¡Pero si no están! El nido está vacio. ¿Qué les habrá pasado?. -Las golondrinas se han ido en busca de un lugar más cálido, porque aquí ha llegado ya el otoño.