Éric comienza una nueva vida fuera del centro de menores en el que ha estado confinado durante cuatro años. La sensación de libertad compensa las emociones que vive (cierto temor ante un mundo del que ha estado separado en un periodo crucial de su crecimiento, miedo ante la reacción de Xenia, su chica, tras tanto tiempo ausente…); un reinicio vital para el que encuentra, de forma casual, una iniciativa motivadora que le pondrá en contacto con experiencias e historias a las que nunca imaginó acercarse. Pero incluso cuando todo parece encarrilado pueden acechar los fantasmas del pasado, un estigma del que debe defenderse para demostrar su inocencia.
Tras el capítulo inicial, Mentira, la autora sigue sumergiéndose con acierto en la mentalidad de un puñado de adolescentes a los que la vida no ha tratado con justicia.
Éric comienza una nueva vida fuera del centro de menores en el que ha estado confinado durante cuatro años. La sensación de libertad compensa las emociones que vive (cierto temor ante un mundo del que ha estado separado en un periodo crucial de su crecimiento, miedo ante la reacción de Xenia, su chica, tras tanto tiempo ausente…); un reinicio vital para el que encuentra, de forma casual, una iniciativa motivadora que le pondrá en contacto con experiencias e historias a las que nunca imaginó acercarse. Pero incluso cuando todo parece... Seguir leyendo
Verdad
Según las estadísticas, la mayor parte de los menores de edad que han sido condenados por un juez a pasar una parte de su vida en un centro penitenciario no vuelven jamás a cometer ningún delito. Los psicólogos, los responsables del sistema y los políticos lo consideran un gran éxito, que ellos sin duda atribuyen a su maravillosa manera de hacer las cosas.