El barrio de los Simblanca también está en nuestra ciudad. Allí, al igual que al resto de manzanas, llegan Papá Noel y los Reyes Magos, pero sus habitantes hace tiempo que ya perdieron la sonrisa y la esperanza. Frente a la desigualdad y la injusticia está la interminable ilusión de los pequeños, el motor de esta historia. Un buen día, el padre llega a casa con una olla. Frente a ella todos pueden soñar con sus platos preferidos porque en su interior se cocinan los deseos y los cambios. Gracias a este instrumento, y a pesar de Mugre, esta será una Nochebuena muy especial. Crítica social y fina ironía para decorar este particular belén repleto de situaciones que invitan a reflexionar, y que demuestra que el tratado de supervivencia del clan contiene la receta para salir adelante. Las ilustraciones están concebidas en un doble plano cromático, el color para los pequeños protagonistas y aquellas cosas que pueden aportar esperanza, y el blanco y negro para describir al resto del vecindario.
El barrio de los Simblanca también está en nuestra ciudad. Allí, al igual que al resto de manzanas, llegan Papá Noel y los Reyes Magos, pero sus habitantes hace tiempo que ya perdieron la sonrisa y la esperanza. Frente a la desigualdad y la injusticia está la interminable ilusión de los pequeños, el motor de esta historia. Un buen día, el padre llega a casa con una olla. Frente a ella todos pueden soñar con sus platos preferidos porque en su interior se cocinan los deseos y los cambios. Gracias a... Seguir leyendo
Los Simblanca
La familia Simblanca somos mamá, papá, los gemelos Carola y Alberto, Enrique y yo, que me llamo Carlos. Seis en total. Y cuando hay seis bocas que alimentar, toca ir a la compra muy a menudo.
Así que unas veces vamos al mercado...
...y otras al súper.