Todas las aficiones son respetables aunque es verdad que algunas son más curiosas que otras. Tal vez los lectores pueden aportar hobbies poco frecuentes, pasatiempos originales, pero seguro que no serán tan peculiares como las que unen a los miembros del clan Liszt. Sus componentes, tal vez familiares lejanos del virtuoso pianista y compositor romántico austro-húngaro, sienten auténtica devoción por las listas (hay para todos los gustos: futbolistas, enfermedades horripilantes, quesos, admiradores, detractores...); y la elaboración de las mismas constituye un apasionante proceso que requiere toda su atención, tanta que a veces hasta los visitantes e invitados son ignorados. Los suntuosos espacios que configuran el hogar y el particular sentido del humor que caracteriza toda la obra evocan a otros artistas vinculados a diferentes artes como el cine o el mundo del cómic. El carismático universo de nuestros protagonistas es fruto de una fascinante combinación del talento de la escritora londinense con la elegante puesta en escena de la barcelonesa Júlia Sardà. Una apuesta novedosa y seductora totalmente imprescindible.
Todas las aficiones son respetables aunque es verdad que algunas son más curiosas que otras. Tal vez los lectores pueden aportar hobbies poco frecuentes, pasatiempos originales, pero seguro que no serán tan peculiares como las que unen a los miembros del clan Liszt. Sus componentes, tal vez familiares lejanos del virtuoso pianista y compositor romántico austro-húngaro, sienten auténtica devoción por las listas (hay para todos los gustos: futbolistas, enfermedades horripilantes, quesos, admiradores, detractores...); y la elaboración de las... Seguir leyendo
Los Liszt
Los Liszt hacían listas.
Scritch, scratch.
Algunas eran bastante corrientes.
Y otras no tanto.
Mamá Liszt hacía listas de enfermedades horripilantes
y de los mejores futbolistas de todos los tiempos.