Para que un huerto luzca en plenitud es necesario facilitar que el engranaje de la naturaleza funcione a la perfección. A la vista crecerán plantas y vegetales, bajo tierra harán su trabajo los insectos, animales y raíces. La luz, el viento y la lluvia realizarán también su cometido. La tierna relación que se establece entre la abuela y su nieta en torno a los cultivos, jalonada de sencillas explicaciones sobre las distintas operaciones que van realizando, facilita la comprensión de un complejo mecanismo, el que fusiona la vida vegetal y animal, que se repite inexorablemente desde la primavera hasta el invierno. Y por supuesto, en todo este proceso, también es necesaria nuestra presencia, hacen falta lectores que conozcan la sucesión de acontecimientos para implicarse en la cadena y ayudar a que las plantas crezcan sanas y fuertes. Los textos, pequeñas estrofas de gran lirismo, serpentean en dos tonalidades (blanco y negro) sobre los distintos escenarios naturales, plasmados a sangre y con exquisitos contrastes.
Para que un huerto luzca en plenitud es necesario facilitar que el engranaje de la naturaleza funcione a la perfección. A la vista crecerán plantas y vegetales, bajo tierra harán su trabajo los insectos, animales y raíces. La luz, el viento y la lluvia realizarán también su cometido. La tierna relación que se establece entre la abuela y su nieta en torno a los cultivos, jalonada de sencillas explicaciones sobre las distintas operaciones que van realizando, facilita la comprensión de un complejo mecanismo, el que fusiona la... Seguir leyendo
Arriba en el huerto y Abajo en la tierra
Contemplo el huerto y planifico, con semillas en las manos y la cabeza repleta de sueños.
El sol de primavera calienta y derrite la nieve adormecida.
El viento sopla entre las plantas del pasado año,
y el barro se pega a mis botas.
- Todavía no es el momento -dice mi abuela-. La tierra todavía tiene que secarse y calentarse.
- ¿Qué hay debajo? - pregunto