Gipi abandona el color para mostrar la aridez de una sociedad diezmada y enloquecida. Las sombras y los parcos diálogos reflejan las relaciones entre un padre y sus hijos, basadas en un permanente proceso de superación, necesario para afrontar con garantías la supervivencia. Una distopía en la que el blanco y negro sirve para amplificar estados de ánimo e impactar en el lector a través de variados recursos, desde el uso preciso de las tramas y bosquejos, que aportan un aire de improvisación permanente en la secuenciación, hasta el juego con las manchas en los textos (especialmente acertado en el pasaje en el que el protagonista intenta leer). Fiel a su estilo, los personajes se presentan espigados y difusos, sometidos a la bruma de la plumilla con la que ha firmado algunos de los mejores fumetti del siglo XXI. El autor italiano sabe captar los sentimientos e inquietudes de la adolescencia una vez más, creando un complejo entramado que nos transporta a un futuro hostil, fantásticamente captado en viñetas, que ya ha sido reconocido con importantes distinciones como el Gran Premio de la Crítica ACBD, el Premio RTL al mejor cómic del año o el Ouest France-Quai des bulles 2017.
Gipi abandona el color para mostrar la aridez de una sociedad diezmada y enloquecida. Las sombras y los parcos diálogos reflejan las relaciones entre un padre y sus hijos, basadas en un permanente proceso de superación, necesario para afrontar con garantías la supervivencia. Una distopía en la que el blanco y negro sirve para amplificar estados de ánimo e impactar en el lector a través de variados recursos, desde el uso preciso de las tramas y bosquejos, que aportan un aire de improvisación permanente en la secuenciación, hasta el... Seguir leyendo
La tierra de los hijos
- ¡Eeeh!
- CRA
- CRA
- ¡CRAAA!
- ¡Eeeh!
- ¡Eeeh!
- CRA
- Bonito perro, ¿eh?
- Le va a gustar