La pesadilla nazi ha provocado la acción de grupos de resistencia que colaboran con las fuerzas aliadas desde dentro de Holanda, uno de los países invadidos por los alemanes en plena Segunda Guerra Mundial. Nadie puede ser ajeno al drama del día a día, ni siquiera Michiel, un joven que apoya a los guerrilleros ejerciendo como enlace y correo entre los implicados, sus amigos y familiares para llevar a cabo con éxito las misiones. En uno de esos arriesgados viajes en bicicleta el chico recibe un encargo muy especial, entregar una carta con determinadas instrucciones a un granjero. Al comprobar las escasas posibilidades de éxito como consecuencia de la detención de sus protagonistas, Michiel se convierte en héroe accidental pero, ¿estará capacitado para llevar a buen puerto este reto? Desde su publicación, de la que ahora se cumplen cuarenta y cinco años, Invierno en tiempo de guerra ha sido una lectura habitual para las diferentes generaciones de holandeses. Harper Kids recupera esta bella historia, narrada con delicadeza y gran calidad, en una nueva traducción que ayuda a conocer los entresijos de un conflicto bélico que cambió el curso de la historia. Una apología del pacifismo ideal para preadolescentes.
La pesadilla nazi ha provocado la acción de grupos de resistencia que colaboran con las fuerzas aliadas desde dentro de Holanda, uno de los países invadidos por los alemanes en plena Segunda Guerra Mundial. Nadie puede ser ajeno al drama del día a día, ni siquiera Michiel, un joven que apoya a los guerrilleros ejerciendo como enlace y correo entre los implicados, sus amigos y familiares para llevar a cabo con éxito las misiones. En uno de esos arriesgados viajes en bicicleta el chico recibe un encargo muy especial, entregar una carta con determinadas... Seguir leyendo
Invierno en tiempo de guerra
¡Qué oscuro estaba todo!
Paso a paso, tanteando al frente con una mano, Michiel avanzaba por el carril de bicicletas que corría paralelo al camino de carros. En la otra mano llevaba una bolsa de lona con dos botellas de leche.
- Noche sin luna y cielo cubierto -murmuró-. Ya debería de estar cerca de la granja de Van Ommen.