La primera parte de Las invasiones Nahx, nueva serie de tintes distópicos, nos traslada a una realidad sobrecogedora. Varios jóvenes enviados a un campamento de verano se topan con una circunstancia inesperada y dramática a nivel global. El mundo está siendo invadido por unas extrañas criaturas y los protagonistas no tienen forma de comunicarse con el exterior para conocer de primera mano todo lo que está sucediendo. En un clima asfixiante, que atrapa al lector desde el primer capítulo, los chicos deciden permanecer unidos a la espera de un hipotético rescate. La seguridad de la que creen gozar se desvanece al descubrir que uno de los integrantes, el novio de Raven, ha sido asesinado. La joven huye al bosque donde tendrá que sobrevivir junto a un soldado, una relación que implica una confianza mutua difícil de establecer. Original y cautivador, narrado desde ambos puntos de vista en cuatro movimientos, distribuidos en capítulos cortos y frugales siempre precedidos por una cita de Edgar Allan Poe, el relato hará las delicias de los aficionados más exigentes a la ciencia-ficción, y promete nuevas e intrigantes aventuras a la mayor brevedad.
La primera parte de Las invasiones Nahx, nueva serie de tintes distópicos, nos traslada a una realidad sobrecogedora. Varios jóvenes enviados a un campamento de verano se topan con una circunstancia inesperada y dramática a nivel global. El mundo está siendo invadido por unas extrañas criaturas y los protagonistas no tienen forma de comunicarse con el exterior para conocer de primera mano todo lo que está sucediendo. En un clima asfixiante, que atrapa al lector desde el primer capítulo, los chicos deciden permanecer... Seguir leyendo
Cero se repite siempre
Una luz flota sobre mí. Nada que reconozca. Recuerdo que tengo que moverme, así que lo intento.
- No -dice alguien y me detengo-. ¿Sabes dónde estás? -intento responder, pero descubro que no puedo hablar porque hay algo en mi boca. Sacudo la cabeza. Recuerdo gestos y señas. Algo sobre memorizarlos y ser examinado al respecto. -¿Sabes quién eres? -busco en mi memoria, parece vacía. No es pequeña o sin desarrollar, sino vacía. Vaciada. Sacudo mi cabeza otra vez.