La cara, como dice un refrán, es el espejo del alma. Por eso es tan importante que los niños, desde los primeros meses de vida, aprendan a distinguir los diferentes estados de ánimo a través de la expresión gestual. Los autores, comandados por la ilustradora eslovena Mojca Dolinar, eligen personajes amigables y atractivos para los prelectores (simpáticos representantes de diferentes razas animales), mediante los que pueden asociar sentimientos como la alegría, la tristeza, la felicidad y otros más complejos de distinguir, como la astucia (representada en la divertida escena que protagoniza el zorro). Al calor de los juegos infantiles, como el cucú-tras, y de la sorpresa (incluida en la última página), los más pequeños de la casa y los mayores que acompañen la lectura tienen asegurado un excelente momento de ocio. Los actores y escenarios han sido diseñados a través de procedimientos digitales a partir de una paleta de cuatro tonalidades (amarillo, negro, blanco y gris)
La cara, como dice un refrán, es el espejo del alma. Por eso es tan importante que los niños, desde los primeros meses de vida, aprendan a distinguir los diferentes estados de ánimo a través de la expresión gestual. Los autores, comandados por la ilustradora eslovena Mojca Dolinar, eligen personajes amigables y atractivos para los prelectores (simpáticos representantes de diferentes razas animales), mediante los que pueden asociar sentimientos como la alegría, la tristeza, la felicidad y otros más complejos de distinguir, como la... Seguir leyendo
¡Vaya cara!
Hola, pequeño panda.
¡Salúdame con la mano!
¡HOLA!
¡Mira que conejo más feliz!
¡Sonríe!
No estés triste, osito.
¡Dame un abrazo!