¿Cómo aproximarse a la figura del considerado “príncipe de los escritores del Nuevo Mundo” de forma interesante para los jóvenes lectores de hoy? La revisión literaria y cultural de este mestizo universal cobra especial importancia en el mundo actual y es necesaria para conocer la base de gran parte de la narrativa de siglos posteriores. A través de una figura ficticia, la abadesa Catalina, sobrina del llamado Inca Garcilaso de la Vega, conocemos su vida, pero también sus inquietudes y sentimientos más ocultos. Esas dos orillas a las que alude el título hacen referencia a dos culturas unidas por las letras y la creación artística de una figura irrepetible. A lo largo de diecinueve capítulos, de forma amena y concisa (la autora ha manejado una gran cantidad de fuentes para sintetizar los datos fundamentales), sin renunciar a la riqueza de un léxico en algunos casos ya extinto, se esbozan las diferencias principales entre dos formas de ver el mundo, el papel de la mujer en aquella sociedad (con un acertado tamiz de crítica social) y las aventuras y desventuras de un hombre que forma parte indisoluble de la cultura hispanoamericana. Las relaciones familiares, los viajes, sus poemas… la huella del “varón insigne, digno de perpetua memoria. Ilustre en sangre. Perito en letras. Valiente en armas”, como reza la lápida con la que se le recuerda en la Mezquita y Catedral de Córdoba, desvelada a las nuevas generaciones. La editorial ofrece una serie de propuestas didácticas para reforzar el trabajo que pueda llevarse a cabo desde el ámbito escolar.
¿Cómo aproximarse a la figura del considerado “príncipe de los escritores del Nuevo Mundo” de forma interesante para los jóvenes lectores de hoy? La revisión literaria y cultural de este mestizo universal cobra especial importancia en el mundo actual y es necesaria para conocer la base de gran parte de la narrativa de siglos posteriores. A través de una figura ficticia, la abadesa Catalina, sobrina del llamado Inca Garcilaso de la Vega, conocemos su vida, pero también sus inquietudes y sentimientos más ocultos. Esas dos... Seguir leyendo
Entre dos orillas
A través de las celosías veo el mundo pasar. Contemplo un pedazo de cielo, no siempre azul, es verdad, pero sigo respirando por las mañanas. Algunas veces las nubes ocultan la luz, otras el viento agita las ramas de los árboles del claustro. Hay un viejo ciprés en el centro que resiste, impertérrito, cualquier vaivén.