La muerte de un ser querido nunca es fácil de enfrentar, y más aún, cuando de niños se trata. Esta historia plantea el ciclo natural de la vida y la muerte y el dolor que provoca la pérdida de alguien a quien amamos. Pero al texto literario, -rico en significados-, se suma la delicadeza y la emotividad de las ilustraciones. La calidad de la obra muestra la empatía de los autores con el mundo que los rodea, y la función sanadora del arte. Permite reflexionar, a chicos y grandes, sobre las dudas existenciales que todos tenemos. Recomendable para una lectura compartida de padres e hijos.
La muerte de un ser querido nunca es fácil de enfrentar, y más aún, cuando de niños se trata. Esta historia plantea el ciclo natural de la vida y la muerte y el dolor que provoca la pérdida de alguien a quien amamos. Pero al texto literario, -rico en significados-, se suma la delicadeza y la emotividad de las ilustraciones. La calidad de la obra muestra la empatía de los autores con el mundo que los rodea, y la función sanadora del arte. Permite reflexionar, a chicos y grandes, sobre las dudas existenciales que todos tenemos. Recomendable... Seguir leyendo
Besitos
-¿Falta mucho, Mamá?- preguntó Laura por tercera vez, mientras golpeaba los pies contra el asiento del auto. Pero antes de que Mamá le contestara, dieron vuelta la esquina y Laura vio a Carmen que la esperaba en el banco del frente de su casa. Carmen, la abuela de Laura, era una abuela más vieja que viejísima. Los martes, mientras Mamá iba a su clase de arte, Laura pasaba la tarde en lo de Carmen. Así que el martes era el día preferido de Laura.