Ya se sabe que los niños siempre dicen la verdad. La pequeña se lo está repitiendo una y otra vez a la señora. Su hermanito es un auténtico monstruo: rompe sus juguetes, se come los vestidos, ¡no para de hacer trastadas! ¿Será cosa de la edad? Lo cierto es que, a pesar de todo, el amor entre ambos es evidente. Desnudo de escenarios, el álbum se centra en las figuras protagonistas y en las escenas que la anciana imagina. Dibujos sencillos, pero llenos de vida, para configurar una historia con sorpresa final que provoca una sonrisa en los lectores gracias a la original resolución de la trama, tras jugar con ingenio a lo largo de todo el cuento. Un grupo de palomas nos acompañan desde las guardas hasta la última página ajenas a los posibles sobresaltos…
Ya se sabe que los niños siempre dicen la verdad. La pequeña se lo está repitiendo una y otra vez a la señora. Su hermanito es un auténtico monstruo: rompe sus juguetes, se come los vestidos, ¡no para de hacer trastadas! ¿Será cosa de la edad? Lo cierto es que, a pesar de todo, el amor entre ambos es evidente. Desnudo de escenarios, el álbum se centra en las figuras protagonistas y en las escenas que la anciana imagina. Dibujos sencillos, pero llenos de vida, para configurar una historia con sorpresa final que provoca una... Seguir leyendo
Mi hermanito es un monstruo
- Mi hermanito es un verdadero monstruo.
- ¡Estoy segura de que exageras!
- Rompe todos mis juguetes.
- Es normal, todavía es pequeño y torpe.
- ¡Uy!
- Ayer ¡Se comió uno de mis vestidos!
- ¡Ñam!
- ¡Slurp!