Dicen que más allá de la montaña vive, en total libertad, la tribu que apesta. Definida así por su escasa afición a la higiene personal (a ellos eso del olor les da igual porque solo pueden percibirlo los animales con los que conviven); desarrollan sus labores diarias y disfrutan de la vida sin necesidad de los mayores. Un estado idílico, en permanente contacto con la naturaleza y sus mascotas, al que muchos niños han aspirado alguna vez. Liderados por la carismática Fanette Ducoup, resisten a las normas y a los intentos de disciplina de, por ejemplo, Yvonne Carré, la directora del orfanato del pueblo cercano. Pero, ¿podrán mantener por mucho tiempo esa independencia? Una brillante combinación de formatos, fusión dl cómic y álbum ilustrado, rotulado con letra hilada y diseñado bajo tonos pastel, que presenta una galería de personajes destinados a hacerse un hueco para siempre en la memoria de la literatura infantil y juvenil. A base de humor, sencillos pero cautivadores dibujos y, sobre todo, la construcción de un ambiente que emana libertad y aroma de infancia, las autoras proponen un relato muy original, todo un soplo de aire fresco (y “salvaje”) para disfrutar a pequeños sorbos y no parar de sonreír.
Dicen que más allá de la montaña vive, en total libertad, la tribu que apesta. Definida así por su escasa afición a la higiene personal (a ellos eso del olor les da igual porque solo pueden percibirlo los animales con los que conviven); desarrollan sus labores diarias y disfrutan de la vida sin necesidad de los mayores. Un estado idílico, en permanente contacto con la naturaleza y sus mascotas, al que muchos niños han aspirado alguna vez. Liderados por la carismática Fanette Ducoup, resisten a las normas y a... Seguir leyendo
La tribu que apesta
¿Conoces a las niñas y a los niños de la Tribu-que-apesta?
Viven en los bosques que hay al otro lado de la montaña de Grands-Pins. Ya sabes, cerca de los restos del avión que se estrelló en 1938.
Tienen un campamento muy chulo, con pequeñas cabañas en las ramas de los árboles que parecen nidos de pájaros. No necesitan a los adultos ¡se apañan superbién!