Begoña Oro deshace, con su maestría y siempre afinado humor, tópicos y prejuicios sobre las mascotas, esos perros y gatos que pueblan tantas casas y que ayudan, en muchas ocasiones, a mantener la armonía familiar. Por las páginas de este nuevo capítulo desfilan animales indignados ante la injusta fama, una gata “enganchada” a las tecnologías (con especial afición a descansar sobre consolas y routers); canes y felinos orgullosos de sus peculiaridades, amigos juguetones que también han sucumbido ante el encanto del “escondite”, el misterioso caso de la desaparición de Guau-Guau (“no ladra ni habla”) y hasta perros que solo buscan un ratito para dormir en una casa en la que reina un recién nacido (especialmente recomendable para entonar en compañía la adaptación perruna de la vieja nana) Diez cuentos para alegrar mañanas, tardes y noches mientras los lectores acarician lentamente a sus amigos más fieles. La antología está ilustrada por la artista, afincada en Barcelona, Marina Martín, que aporta colorido y dulzura a las variadas peripecias de los protagonistas.
Begoña Oro deshace, con su maestría y siempre afinado humor, tópicos y prejuicios sobre las mascotas, esos perros y gatos que pueblan tantas casas y que ayudan, en muchas ocasiones, a mantener la armonía familiar. Por las páginas de este nuevo capítulo desfilan animales indignados ante la injusta fama, una gata “enganchada” a las tecnologías (con especial afición a... Seguir leyendo