El día a día de una profesora de un CEIP daría para varios volúmenes de historias. La espontaneidad de los niños, las surrealistas situaciones que viven tanto con ellos como con algunos de sus padres o las complejas condiciones laborales que sufren frecuentemente estos profesionales, cuya labor es vital en cualquier democracia, forman parte de la divertida trama en este cómic, diseñado bajo preceptos sencillos (se ha respetado la rotulación e imperfección geométrica de los bocetos); y secuenciado bajo cánones clásicos en lo que se refiere a la disposición y estructura de viñetas, bocadillos y cartuchos narrativos. Momentos cotidianos como las asambleas junto a los pequeños, la organización durante los recreos, los desayunos, las visitas al baño… Pero también aspectos íntimos que afectan a las maestras, sentimientos y estados que influyen finalmente en su labor. Como apuntaban los autores en la promoción del mismo, una obra necesaria “basada en hechos reales aunque la realidad siempre supera a la ficción”. La naturalidad con la que se plantea la trama permite que disfruten, en diferentes niveles de lectura, docentes y alumnos de Primaria que empiecen a ser conscientes de sus anteriores etapas escolares.
El día a día de una profesora de un CEIP daría para varios volúmenes de historias. La espontaneidad de los niños, las surrealistas situaciones que viven tanto con ellos como con algunos de sus padres o las complejas condiciones laborales que sufren frecuentemente estos profesionales, cuya labor es vital en cualquier democracia, forman parte de la divertida trama en este cómic, diseñado bajo preceptos sencillos (se ha respetado la rotulación e imperfección geométrica de los bocetos); y secuenciado bajo cánones... Seguir leyendo
Una maestra en apuros
El café
- A ver si nos toca la lotería y nos vamos de crucero.
- ¡ESO! ¡ESO! Y a nuestros jefes les perdemos de vista para siempre.
- Necesito hacer deporte, todo el día sentada en esa silla, pero salgo tardísimo y no me da tiempo a nada.
- Mi jefe es tan pesado... Todo el día persiguiéndome a ver qué hago o dejo de hacer.
- Yo al mío tampoco lo aguanto, siempre con prisas.