Hay ciudades y países que, por diversas y extrañas razones, están o han estado condenados a la fragmentación de sus sociedades. La propuesta de las artistas Viale y Marchal, en la que pueden encontrarse ciertos paralelismos con la crónica histórica de algunos lugares que vivieron este estigma en el pasado siglo, demuestra cómo, a veces, esos muros pueden derribarse de la forma más sencilla. Un grupo de niños, hartos de escuchar tópicos y terribles leyendas sobre sus vecinos, deciden conocer de primera mano la realidad al otro lado de la frontera. Y lo hacen "derribando" el muro que les separa, al menos de una forma simbólica, al colarse a través de un pequeño agujero que, poco a poco, permitirá acceder también a sus padres. Juntos dan fe del absurdo en el que han vivido tantos años. Un álbum que ayudará a los pequeños a reflexionar y valorar en su justa medida el incalculable privilegio de crecer en libertad. El apartado gráfico destaca por la particular caracterización de los personajes, representados a través de figuras estilizadas y espigadas rebosantes de color.
Hay ciudades y países que, por diversas y extrañas razones, están o han estado condenados a la fragmentación de sus sociedades. La propuesta de las artistas Viale y Marchal, en la que pueden encontrarse ciertos paralelismos con la crónica histórica de algunos lugares que vivieron este estigma en el pasado siglo, demuestra cómo, a veces, esos muros pueden derribarse de la forma más sencilla. Un grupo de niños, hartos de escuchar tópicos y terribles leyendas sobre sus vecinos, deciden conocer de... Seguir leyendo
Del lado BUENO
El muro había estado ahí desde siempre.
Desde hacía tanto tiempo que ya nadie recordaba.
Era un muro muy alto que separaba dos países.
De un lado, las mamás besaban a sus niños cuando estos se marchaban a la escuela.
Del otro lado, las mamás besaban a sus niños cuando estos se marchaban a la escuela.