En el proceso de crecimiento, a medida que nos vemos más capacitados y dotados con un mayor número de habilidades, a veces cometemos el error de creernos preparados para todo tipo de aventuras. En el cuento, este hecho está ejemplificado en la aventura del lobezno quien, acompañado de su manada, atraviesa la helada tundra con gran emoción. Un descuido provoca su desorientación y, en consecuencia, una inolvidable experiencia que constituye una valiosa enseñanza para los pequeños lectores: todo es mucho más sencillo con ayuda, y especialmente cuando afrontamos los retos junto a los amigos. Prosa poética fusionada con bellas ilustraciones que captan la esencia de los bosques y tierras sometidas a los rigores de la climatología (el lector puede sentir el gélido paisaje nocturno y los aullidos del cánido a cada página), a cargo de Rachel Bright y Jim Field, artistas que ya habían cautivado con sus expresivas creaciones de animales humanizados en la anterior propuesta Dos ardillas y una piña, también editado por Edelvives en el mismo formato álbum.
En el proceso de crecimiento, a medida que nos vemos más capacitados y dotados con un mayor número de habilidades, a veces cometemos el error de creernos preparados para todo tipo de aventuras. En el cuento, este hecho está ejemplificado en la aventura del lobezno quien, acompañado de su manada, atraviesa la helada tundra con gran emoción. Un descuido provoca su desorientación y, en consecuencia, una inolvidable experiencia que constituye una valiosa enseñanza para los pequeños lectores: todo es mucho... Seguir leyendo
El lobezno perdido
Iluminaba la noche un arcoiris de estrellas y en la nieve chispeaba el hielo con mil centellas.
Una ventisca afilada silbaba entre las montañas, mientras los lobos aullaban a la luna plateada.
El "AAÚÚÚÚÚÚÚÚÚ" que en aquel coro con más ímpetu sonaba era el del lobezno Wolfie, benjamín de la manada.