En esta historia todos interpretan a la perfección su papel. El lirón es un dormilón, el caracol demasiado lento, el topo un poco despistado -a causa de sus problemas de visión-, y el burro, ¡es muy burro! El conejo avisa a los habitantes del bosque del peligro que se cierne sobre ellos pero cada uno responde fiel al tópico que pesa sobre su especie. Ese sentimiento de protección permite hilar un relato de estructura clásica que desemboca en un final no por advertido menos inesperado. Las composiciones gráficas están desnudas de todo artificio otorgando todo el protagonismo a los simpáticos animales humanizados que deambulan por la floresta. Una fábula para leer en compañía y aprender a ser precavidos con una sonrisa.
En esta historia todos interpretan a la perfección su papel. El lirón es un dormilón, el caracol demasiado lento, el topo un poco despistado -a causa de sus problemas de visión-, y el burro, ¡es muy burro! El conejo avisa a los habitantes del bosque del peligro que se cierne sobre ellos pero cada uno responde fiel al tópico que pesa sobre su especie. Ese sentimiento de protección permite hilar un relato de estructura clásica que desemboca en un final no por advertido menos inesperado. Las composiciones... Seguir leyendo
Un lobo con mucha hambre
Dicen que en este bosque hay un lobo que tiene mucha hambre.
El conejo sale corriendo sin dudarlo.
De pronto, se encuentra con un caracol. "¡Corre!", grita el conejo. "¡Hay un lobo hambriento en el bosque!"