Un gran plano general del patio de cualquier colegio, en pleno recreo, nos serviría para descubrir infinitos puntos de colores, personas que establecen conexiones, algunas efímeras y otras para toda la vida. Ahí, seguramente, localizaríamos algún que otro Archibaldo, un niño que siente curiosidad por el nuevo de clase, diferente a los demás, poseedor de una imaginación desbordante que contagiará al protagonista hasta el punto de cambiar su existencia cotidiana. En las aristas de esa historia de amistad los lectores entienden el infinito valor de la tolerancia o la empatía, instrumentos que nos enriquecen como personas y nos ayudan a descubrir nuevas formas de relacionarnos con el mundo. Siguiendo la estela de anteriores propuestas en común, la pareja de artistas encaja los textos, de gran belleza y sensibilidad, entre personajes y escenarios cincelados en trazos limpios, toques naif y suaves tonalidades. Un dulce canto que hace aún más grande esta saga.
Un gran plano general del patio de cualquier colegio, en pleno recreo, nos serviría para descubrir infinitos puntos de colores, personas que establecen conexiones, algunas efímeras y otras para toda la vida. Ahí, seguramente, localizaríamos algún que otro Archibaldo, un niño que siente curiosidad por el nuevo de clase, diferente a los demás, poseedor de una imaginación desbordante que contagiará al protagonista hasta el punto de cambiar su existencia cotidiana. En las... Seguir leyendo
Mi amigo
Hoy, en el cole,
había un niño nuevo.
Se llama Sam.
El problema con el nuevo
no es que sea nuevo,
es que es diferente.
Él no hace nada como los demás.