No son comunes los cómics que traten el concepto de sororidad desde el punto de vista en que Baruchello y Rivola abordan la trama. Conocemos múltiples historias sobre amistad y afecto entre mujeres, pero pocos que subrayen esa relación de solidaridad que se establece entre las protagonistas en la lucha por su empoderamiento. Entendiendo lucha como combate, el que desarrolla Shu Mei contra sus enemigos siguiendo las doctrinas de un arte marcial china basada en principios filosóficos, y que transmite a Chun Yu. La propuesta gráfica, secuenciada en viñetas de corte tradicional que se distribuyen en breves capítulos, ha sido concebida en grafito, carboncillo y tinta china. Narra el aprendizaje de esta joven hasta convertir la disciplina oriental en un modo de vida para repeler a un siniestro y violento pretendiente, Wong el Tigre. Con ciertas reminiscencias a determinadas películas de cineastas como Ang Lee (por la hábil representación de la coreografía de las escenas de acción); se trata del primer proyecto en el campo del noveno arte de Rivola, conocido en el país transalpino por sus álbumes ilustrados. Destacan los esbozos de movimientos y primeros planos detallistas.
Mejor enseñar a pescar que dar el pez…
No son comunes los cómics que traten el concepto de sororidad desde el punto de vista en que Baruchello y Rivola abordan la trama. Conocemos múltiples historias sobre amistad y afecto entre mujeres, pero pocos que subrayen esa relación de solidaridad que se establece entre las protagonistas en la lucha por su empoderamiento. Entendiendo lucha como combate, el que desarrolla Shu Mei contra sus enemigos siguiendo las doctrinas de un arte marcial china basada en principios filosóficos, y que transmite a Chun Yu. La propuesta... Seguir leyendo
Lluvia de primavera
Capítulo 1. En una noche iluminada por un incendio una mujer avanza en el bosque. Su nombre es Shu Mei, y está huyendo.
- Es imposible... No puede ser. Creéis que...
- Mira la túnica, ¡parece la de los monjes guerreros de Tuan Shan!
- Tiene que haber caminado mucho...
- Vamos a ver, hermanas. ¿Os habéis olvidado de cómo se recibe a un huésped?
- Gracias, mi nombre es Shu Mei.