Compartir sueños es buen antídoto para la soledad y el paso de los años. Conejo nunca sale de su campo de trigo pero por suerte su amigo Perro, viajero infatigable en el camino de vuelta de la vida, le hace vivir los escenarios y aventuras que ha sentido en cada rincón de la geografía. A lomos de una potente motocicleta, el can ha saboreado las delicias de un mundo que ahora Conejo también tiene a su alcance gracias a un regalo inesperado. ¿Se atreverá a emprender nuevos senderos con la llegada del buen tiempo? Una hermosa metáfora, que permite variadas interpretaciones, sobre la necesidad de “volar solos”; un homenaje a los buenos amigos, una invitación a disfrutar del ilimitado poder que habilita nuestra imaginación... Al ritmo de una colección de hermosas ilustraciones, los lectores escuchamos el sonido de la naturaleza y podemos reinterpretar aquellos días junto a seres especiales, cuando aún se difuminaba el concepto del tiempo. Un placentero relato de la poeta y escritora Kate Hoefler aderezado de brumosas estampas firmadas por la talentosa artista gráfica Sarah Jacoby, poseedora de un exquisito estilo, que en su tercera incursión en la literatura infantil ya ha obtenido importantes reconocimientos a la par que colabora en medios como The New York Times.

Compartir sueños es buen antídoto para la soledad y el paso de los años. Conejo nunca sale de su campo de trigo pero por suerte su amigo Perro, viajero infatigable en el camino de vuelta de la vida, le hace vivir los escenarios y aventuras que ha sentido en cada rincón de la geografía. A lomos de una potente motocicleta, el can ha saboreado las delicias de un mundo que ahora Conejo también tiene a su alcance gracias a un regalo inesperado. ¿Se atreverá a emprender nuevos senderos con la llegada del buen... Seguir leyendo