El oso acumula una larga experiencia en la gestión de las emociones que llevan implícitas las distintas estaciones del año. Sin embargo, para la ardilla, es la primera vez que está viviendo al máximo las bondades y los rigores del invierno. Incluso todo indica que, pronto, descubrirá la magia de jugar entre la nieve. Sin embargo, tras tantos momentos juntos, en el instante de vivir esa inolvidable experiencia el compañero enferma y debe guardar reposo. ¿Cómo compartir entonces una vivencia de ese calibre? El roedor tiene una dulce idea para ello con la que sellará una amistad para siempre… Las ilustraciones de la galardonada artista china esbozan la complicidad que se establece entre los dos animales, los sentimientos que implica la llegada de los primeros copos o la incomparable belleza del espacio natural en el que transcurren las aventuras, con la inclusión de un pequeño troquel en el transcurso de las mismas a través del cual el petigrís atisba por primera vez el manto blanco que cubre el bosque.
El oso acumula una larga experiencia en la gestión de las emociones que llevan implícitas las distintas estaciones del año. Sin embargo, para la ardilla, es la primera vez que está viviendo al máximo las bondades y los rigores del invierno. Incluso todo indica que, pronto, descubrirá la magia de jugar entre la nieve. Sin embargo, tras tantos momentos juntos, en el instante de vivir esa inolvidable experiencia el compañero enferma y debe guardar reposo. ¿Cómo compartir entonces una vivencia de ese... Seguir leyendo
Un copo de nieve en el bolsillo
Érase un invierno,
en un lugar muy lejano, donde las pocas y últimas hojas
de un roble viejo se agitaban mecidas por la brisa.
Dentro de ese roble vivían un oso muy sabio
y una ardilla muy pequeña.
Oso había visto cientos de estaciones, quizá más.
¿Y Ardilla? Bueno, solo había visto tres.