Orbanilla puede presumir de tener entre sus habitantes a una de las mejores bordadoras de la zona. La comisión de fiestas del pueblo, que conoce este dato, decide encargar a Amalia la confección de una bandera que represente a la población para lo cual suministra todos los materiales necesarios. Sin embargo, la solidaridad es más importante para la protagonista, que no duda en ir arreglando los pequeños conflictos cotidianos que observa desde su balcón con los tejidos que va elaborando. Esto provocará que, a la hora de la entrega del estandarte solicitado, Amalia tenga que presentar algo totalmente inesperado. ¿Sabrá captar la esencia y valores de los ciudadanos que conviven en la villa con su propuesta final? Una bella historia, que encierra algunas metáforas interesantes, para explicar el verdadero valor de los símbolos que identifican a los pueblos. Al mismo ritmo que la aguja de la costurera, la pareja de autores han sabido tejer un guion y una colección de ilustraciones de gran sutileza y elegancia que captan a la perfección el espíritu de la historia.
Orbanilla puede presumir de tener entre sus habitantes a una de las mejores bordadoras de la zona. La comisión de fiestas del pueblo, que conoce este dato, decide encargar a Amalia la confección de una bandera que represente a la población para lo cual suministra todos los materiales necesarios. Sin embargo, la solidaridad es más importante para la protagonista, que no duda en ir arreglando los pequeños conflictos cotidianos que observa desde su balcón con los tejidos que va elaborando. Esto provocará que, a... Seguir leyendo
La bandera de Amalia
Todo el mundo sabía que Amalia era la mejor costurera del pequeño pueblo de Orbanilla. Lo sabía la señora alcaldesa, que el encargaba los vestidos para asistir a las inauguraciones. Lo sabía Juanito el carpintero, al que le había cosido su traje de boda. Todos los habitantes estaban de acuerdo en eso.
Así que nadie se sorprendió cuando la comisión de fiestas de aquel año la visitó para hacerle un encargo muy especial.