Cuando la luz solar se difumina y el silencio parece dominar los senderos del bosque, comienza su actividad una amplia nómina de animales fascinantes. Pájaros que entonan bellos cantos, aves que juguetean en el atardecer, rapaces en busca de sustento, zorros, veloces roedores entre las sombras y, por supuesto, siniestros habitantes de la oscuridad como los murciélagos. Un texto poético, traducido al español por el biólogo Fernando Bort, acompaña una colección de láminas de grandes dimensiones en las que podemos admirar primeros planos de algunos de los seres descritos, que aparecen especificados en la parte inferior por si queremos jugar con los pequeños lectores a identificar cada especie. Editado con elegancia, es un excelente acercamiento a la fauna que puebla nuestros campos mientras dormimos, resumida en cuarenta pequeñas fichas descriptivas en la parte final de la obra.
Cuando la luz solar se difumina y el silencio parece dominar los senderos del bosque, comienza su actividad una amplia nómina de animales fascinantes. Pájaros que entonan bellos cantos, aves que juguetean en el atardecer, rapaces en busca de sustento, zorros, veloces roedores entre las sombras y, por supuesto, siniestros habitantes de la oscuridad como los murciélagos. Un texto poético, traducido al español por el biólogo Fernando Bort, acompaña una colección de láminas de grandes dimensiones en... Seguir leyendo
Animales nocturnos
Atardece. Una gran calma invade el campo....
Comienza a refrescar. La luz del día decae, y el sol poniente tiñe las nubes de rosa. Antes de volver a su nido, las golondrinas
persiguen aún algunos moscardones en un vuelo rápido y ágil.
Posado en lo alto de un árbol, el mirlo común silba un canto melodioso.