La familia Caldera
Durante cinco años viví en una ciudad portuaria sudamericana. Una calurosa y sucia ciudad con un crecimiento increíble. Una ciudad formada por el centro con mercados y estrechas callejuelas llenas de tiendas, donde de la mañana a la noche se amontonaban coches, perros, carromatos tirados por burros, vendedores callejeros, limpiabotas y mendigos. Alrededor del centro de la ciudad se levantaban los diferentes barrios. En la mayoría de estos barrios vivían pobres. Yo apenas si tenía contacto con los pobres. Trabajaba como profesora en una escuela para niños de familias ricas. También vivía en un barrio donde casi sólo vivían ricos.