A partir de una de las versiones más conocidas de la melodía tradicional Estaba la rana cantando debajo del agua, los autores realizan una nueva aproximación al folclore aportando nuevos giros y pasajes, enlazados con la sonoridad y buen humor que destila el original. Las ilustraciones, a sangre, caricaturescas y coloristas, aportan una dosis extra de expresividad -en la línea habitual de la artista Tesa González- a las andanzas cruzadas de la rana, la mosca, la araña y el resto de animales protagonistas de un cuento acumulativo que forma parte habitual del repertorio de muchos padres, madres y educadores. A diferencia de la que popularizaron artistas como, por ejemplo, los Titiriteros de Binéfar, Pedro Villar prescinde de la figura final que da replica al hombre y suma nuevas chanzas y rimas que arrancarán la sonrisa de los lectores infantiles y les hará estar muy atentos al hilo de la narración de principio a fin.
A partir de una de las versiones más conocidas de la melodía tradicional Estaba la rana cantando debajo del agua, los autores realizan una nueva aproximación al folclore aportando nuevos giros y pasajes, enlazados con la sonoridad y buen humor que destila el original. Las ilustraciones, a sangre, caricaturescas y coloristas, aportan una dosis extra de expresividad -en la línea habitual de la artista Tesa González- a las andanzas cruzadas de la... Seguir leyendo