Tal y como indica la autora en el prólogo, esta colección de relatos y composiciones poéticas, cultivados con lirismo y sensibilidad, trata básicamente de “entender que la vida no es una certeza, sino una posibilidad que depende de que comprendamos que somos agua y tierra y oxígeno y memoria e historias. De saber que el futuro de muchas especies, incluida la nuestra, depende de a qué verbos le dediquemos nuestro tiempo. Destruir o cooperar. Contaminar o cuidar. Acaparar o repartir”. Sesenta y ocho de esos verbos sirven como hilo conductor para otros tantos pasajes que emocionan y provocan, al mismo tiempo, una honda reflexión. Un amplio arco temático, que siempre tiene presente el respeto y el amor por la naturaleza, dividido en textos para cada momento de ánimo, al calor de dulces ilustraciones en donde las mujeres siempre son protagonistas.
Tal y como indica la autora en el prólogo, esta colección de relatos y composiciones poéticas, cultivados con lirismo y sensibilidad, trata básicamente de “entender que la vida no es una certeza, sino una posibilidad que depende de que comprendamos que somos agua y tierra y oxígeno y memoria e historias. De saber que el futuro de muchas especies, incluida la nuestra, depende de a qué verbos le dediquemos nuestro tiempo. Destruir o cooperar. Contaminar o cuidar. Acaparar o repartir”. Sesenta y ocho de esos... Seguir leyendo
Vivir
En su teoría sobre el origen de la vida, la científica Lynn Margulis decía que se creó por cooperación, no por competencia. «La vida es una unión simbiótica y cooperativa que permite triunfar a los que se asocian». Decía también que la vida en la Tierra no se puede definir con un nombre porque se parece más a un verbo. Repara, conserva, crea y se sobrepasa a sí misma.
Eso pasa también con la vida humana, puede darse porque el cuidado entre las personas y la cooperación han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad.