Como en algunos célebres textos de Samaniego o de Orwell, la trama gira en torno a una reunión -a gran escala- que celebran diversas especies animales, en este caso en París y en un futuro cercano, ante el incesante incremento de agresiones al medio ambiente. En ese contexto buscan soluciones, con la presencia de una joven estudiante de 11 años que ha sido designada como corresponsal, en claro homenaje a figuras reales que se han convertido en protagonistas, por méritos propios, de nuevos movimientos juveniles nacidos en el siglo XXI a favor de la protección de la naturaleza, como Greta Thunberg; sin imaginar que un hecho inesperado trastocará la organización y obligará a los participantes a colaborar entre ellos para llegar a buen puerto y superar el bloqueo. Esta experiencia inspirará nuevas esperanzas a partir de las acciones solidarias que se ven obligados a realizar pero, ¿estarán todos de acuerdo? La obra, de tintes distópicos pero con una subtrama real y crítica, obtuvo en Francia el Premio de literatura juvenil Ville de Saint-Étienne en 2020
Como en algunos célebres textos de Samaniego o de Orwell, la trama gira en torno a una reunión -a gran escala- que celebran diversas especies animales, en este caso en París y en un futuro cercano, ante el incesante incremento de agresiones al medio ambiente. En ese contexto buscan soluciones, con la presencia de una joven estudiante de 11 años que ha sido designada como corresponsal, en claro homenaje a figuras reales que se han convertido en protagonistas, por méritos propios, de nuevos movimientos juveniles nacidos en el... Seguir leyendo
KID en la Cumbre de los Animales
Conozco bien a Kid. Íbamos al mismo colegio, y en el año 2030 coincidimos en la misma clase. Creo que fue en sexto, pero nunca he tenido tan buena memoria como ella. Hemos conservado una buena amistad y hemos seguido viéndonos a menudo, a pesar de llevar vidas muy distintas. Si tuviera que definirla, diría que Kid siempre ha tenido brazos de mono, la naricita como el pico de un herrerillo, unas piernas que, con sus pantalones favoritos, parecían patas de okapi, y hasta un poco de ADN de virus.